Los tratamientos estéticos con cavitación o con ultrasonidos suelen ser de dos tipos: por contacto directo o por inmersión.
Los tratamientos por contacto directo consisten en la aplicación del cabezal que emite los ultrasonidos en contacto directo con la piel utilizando como sustancia que vehiculiza las ondas ultrasónicas un gel o una crema de masajes. Los ultrasonidos presumen de ser unas de las técnicas más eficientes para combatir la adiposidad localizada respecto a otros tratamientos de estética. Sobretodo porque actúa de manera localizada y selectiva.
Las oscilaciones, la estimulación, el masaje y el efecto térmico, todo ayuda a proveer un efecto duradero e inmediato combinado con una sensación difundida de placer.
Existen también tratamientos de cavitación por inmersión, que se llevan a cabo por personal especializado o sanitario. Suelen ser los casos en los que el paciente no puede deslizar la testina sobre la piel por algún problema de salud. En ese caso la zona a tratar se sumerge en agua y el cabeza actúa también sumergido en el agua pero sin tocar directamente la zona del tratamiento.
Algunos especialistas consideran estas aplicaciones como más beneficiosas en general con lo cual se utilizan también en todo tipo de pacientes.
Cavitación a 40Khz para combatir las grasas de Ok Farma X Life