La experiencia profesional: ¿Hace cuánto tiempo que trabaja en el sector de los deportes?

El entrenador personal

 

 "Ejercicios

Está claro que, si tiene muchos años de experiencia, esto lo vuelve más confiable. Sin embargo, ésta no es razón para descartar a los poco experimentados y no permitirles a su vez acrecentar su bagaje de experiencia profesional. Pero, en efecto, es un elemento importante a tener en cuenta, sobre todo, si usted tiene particulares exigencias en su búsqueda.   

Los méritos deportivos: ellos solos no garantizan un buen profesional. Los méritos y éxitos individuales en el plano del deporte pueden ser obra, no de su preparación, sino de la de quien  monitorizó su entrenamiento, una persona que puso su dedicación, su constancia y un físico robusto; pero que no afinó necesariamente sus conocimientos.

Por tanto, el hecho de que se trate de un campeón, de que no tenga ni un gramo de sobrepeso, de que tenga un físico escultural, no significa que pueda hacerle alcanzar objetivos similares, aunque tampoco significa necesariamente lo contrario. Si no posee únicamente méritos deportivos, sino también una formación académica, usted está ciertamente en buenas manos.

Otros: un entrenador profesional que tenga en su haber publicaciones de libros, que investigue en su campo, que escriba para revistas del sector, que colabore con institutos o universidades es ya lo máximo. No obstante, la tarifa que cobrará será acorde también a su preparación.

Todo lo que se ha mencionado entra en el campo de lo verificable objetivamente, es decir, de las capacidades técnicas y profesionales. Pero un entrenador personal es, ante todo, una persona; alguien con quien compartir momentos de gran intensidad, aquellos que son propios de la actividad deportiva. Deberá parecerle pues una persona simpática, deberá hacer que usted se sienta cómodo y deberá hacerle sentir el entrenamiento como un momento placentero.

Todos estos factores salen a la luz con el tiempo y el conocimiento mutuo. Claro que no se puede pedir al entrenador un mes de prueba, pero sí pedir una lección de prueba; ésto es lo mínimo que puede conceder.

Tener un entrenador personal que siga su entrenamiento, aunque ya no sea un signo de ‘Status’, representa, de todos modos, un elemento de distinción y de tendencia; siendo por ello una figura muy buscada. También trabajar ‘como’ entrenador personal despierta cierta fascinación. Entonces hay que estar atentos a quienes se dicen capaces de realizar este trabajo y que lo digan solo para darse importancia y presumir.

¿Cómo elegir un entrenador personal?

 

 "Entrenador

La elección de un buen entrenador personal es una cuestión extremadamente importante; puede ser la diferencia entre alcanzar los mejores resultados o llegar a tener graves accidentes. Entre estos dos extremos hay una amplia gama de puntos intermedios, pasando por la "simple inutilidad" de un entrenamiento.
Teniendo en cuenta el costo de un entrenador personal, y, más importante todavía, el hecho de poner en sus manos la propia salud, hacer una elección cuidadosa es fundamental.
Cuando llega el momento de evaluar los puntos débiles o fuertes de estos profesionales, se debe considerar:

El currículum académico: ¿qué tipo de estudios ha cursado su entrenador personal?
Un entrenador personal que se haya licenciado en alguna disciplina inherente al Fitness, o mucho mejor, en disciplinas que resulten complementarias en la práctica deportiva (ciencias motorias y fisioterapia; ciencias motorias y nutrición, o ciencias motorias y psicología), uno que siga algún Master, o que haga regularmente cursos de actualización , seminarios o que asista a congresos del área disciplinar es, claro está, lo mejor que se puede pedir.

Si, en cambio, éste se limita a hojear alguna revista de divulgación, y se le notan evidentes lagunas hasta en el modo en que expresa conceptos que debería dominar, entonces, el riesgo de una baja preparación es elevado. Riesgo, que, en última instacia, afecta al cliente. Desafortunadamente no existen normas que tutelen seriamente al consumidor contra quienes presumen ser buenos profesionales.

Las pocas normas que sí existen se pueden pasar por alto fácilmente. Por lo tanto, es tarea de la persona que busca, asegurarse de la seriedad de su entrenador personal.
Tome pues, seriamente en consideración la sugerencia de exigir ver un currículum.