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Este tipo de ejercicios ayuda a mejorar la fuerza y la tonicidad de los músculos que estabilizan la columna vertebral y la pelvis.
La condición más frecuente de una persona que sufre de dolor de espalda se caracteriza por una debilidad de los músculos abdominales asociada a una contracción excesiva de la musculatura lumbar. Por este motivo es útil agregar también a los ya mencionados ejercicios de estiramiento algunos movimientos específicos orientados a reforzar los músculos abdominales (rectos y oblicuos), los glúteos y los músculos estabilizadores del tronco y de los miembros inferiores.
1.
– Acostado, boca arriba, piernas flexionadas; los pies en el suelo, manos detras de la nuca.
– Mientras se expira, alzar los hombros hacia adelante de modo que se acerque el tronco a la pelvis.
– Inspirando volver lentamente a la posición inicial.
– Repetir 15 veces
2.
– Poner un palo o una escoba robusta entre dos sillas.
– Acostado en el suelo, y boca arriba, aferrar el palo (de la escoba) de forma que la separación entre las manos sea ligeremente mayor que la de los hombros entre sí.
– Manteniendo los talones en el suelo, y expirando, tirar con los brazos hacia arriba hasta rozar la escoba con el pecho.
Inspirando volver a la postura inicial y repetir 15 veces.
3.
– Parado y con la espalda y la cabeza apoyados sobre la pared.
– Con la pelvis en retroversión (hacia atrás) de modo que la zona lumbar se adhiera completamente a la pared; pies hacia adelante.
– Lentamente bajarse hasta formar un ángulo de 90° entre muslo y piernas.
– Durante el descenso mantener la espalda apoyada evitando arquear la zona lumbar.
– Permanecer en esta posición por 10 – 20 segundos y levantarse lentamente.
4.
– Brazos apoyados sobre una silla, tronco ligeramente flexionado hacia adelante.
– Lanzar hacia atrás una de las piernas ligeremente flexionada; evitar arquear la zona lumbar.
– Repetir 15 veces y luego cambiar de lado.
5.
– Acostado en el suelo, boca arriba, piernas flexionadas, pies apoyados en el suelo, manos a ambos lados del cuerpo.
– Elevar la pelvis, mantener la posición por tres segundos contrayendo los glúteos; luego volver lentamente a la posición inicial.
– Repetir 15 veces.
6.
– A cuatro patas; elevar y extender paralelamente el brazo derecho y la pierna izquierda, como se muestra en la ilustración.
– Mantener la posición por tres segundos antes de bajar los miembros.
– Repetir 15 veces, descansar un minuto y cambiar de lado (brazo derecho, pierna izquierda).
ADVERTENCIA: seguir una correcta técnica de ejecución; evitar los movimientos demasiado bruscos; al final de la sesión realizar siempre ejercicios de descompresión y estiramiento (ver más arriba). El número de repeciciones por ejercicio es meramente indicativo y deberá adaptarse al propio nivel de actividad física.
Recuerda que es bastante común sentir una pequeña molestia (no dolor) en la espalda durante los ejercicios; especialmente en el primer periodo del entrenamiento.