El dolor cervical es generalmente causados por una mala postura, una equivocada posición del cuerpo durante el sueño, calambres o por una compresión de las raíces nerviosas.
A veces, también una contractura de los músculos del cuello, debida al estrés, puede originar dolores en la zona cervical. Son muchas las personas, principalmente las mujeres, que sufren este problema, a menudo asociado al dolor de cabeza y que hace molesto, incluso, llevar a cabo la normal actividad cotidiana.
Si, en cambio, los dolores cervicales, se deben a problemas de postura (el trabajo en el ordenador es una de las causas más comunes del dolor cervical), la electroestimulación puede constituir el medio ideal para combatir el dolor sin tener que recurrir a los analgésicos y antiinflamatorios.
La estimulación a través de las corrientes TENS, por medio de pequeños electrodos aplicados a los lados del cuello, permite enviar impulsos a través de la piel hasta las fibras nerviosas implicadas en el dolor cervical.
Estos impulsos a baja frecuencia bloquean la transmisión del dolor hacia el cerebro e inducen el organismo a producir endorfina, un potente killer natural del dolor. Eliminado el dolor cesa también el estado de contractura de los músculos del cuello y es posible recuperar una postura correcta.
Obviamente, tras haber resuelto el dolor, para obtener resultados duraderos es necesario eliminar las causas que han ocasionado el dolor cervical (posturas incorrectas, colchones y almohadas excesivamente rígidos o blandos, etc) y practicar una sana actividad física para re equilibrar el propio cuerpo y para prevenir el dolor.
En el caso de dolor cervical que se verifican tras un trauma o que están acompañados de alteraciones febriles, rigidez del cuello u hormigueo en las manos, es aconsejable consultar al médico.