Deporte y embarazo

 

 "Deporte

La regla fundamental para las mujeres embarazadas es utilizar su sentido común. El embarazo representa un estado fisiológico normal para las mujeres y no una condición patológica. En este sentido, una mujer acostumbrada a hacer deporte puede continuar haciéndolo tranquilamente durante la gestación aunque de modo reducido.
Sin embargo, se exceptúan:

· Situaciones precedentes de parto prematuro;
· Estados de sufrimiento fetal;
· Todas las condiciones que requieren de reposo en cama;
· Los últimos tres meses, en los que puede ser recomendable, además de los típicos ejercicios de respiración, solo hacer natación.

Otra cuestión es si la mujer ha llevado siempre una vida sedentaria, en este caso no es recomendable comenzar de cero cualquier actividad física.
La natación es seguramente el deporte más adecuado, ya porque se trata de una actividad aeróbica ya porque conlleva una disminución de la carga sobre la columna vertebral (recordemos que en una mujer embarazada, a causa de la modificación de la postura (habitual de la columna vertebral), el riesgo de una hernia de disco es muy alto.
Están terminantemente prohibidos: todos los deportes anaeróbicos, los deportes violentos, cualquier deporte practicado de modo profesional, los clavados y zambullidas y la inmersión, todos los deportes que puedan causar algún trauma, cualquier esfuerzo hecho en la altura y cualquier actividad que signifique una carga prolongada sobre las puntas de los pies (como por ej. la danza).

Los deportes permitidos son entonces pocos (natación, ciclismo, caminata, footing), caracterizados por un esfuerzo en general aeróbico, y que deben, de todos modos, ser practicados respetando las siguientes indicaciones:

· No superar nunca el 60-65 % de la frecuencia cardíaca máxima;
· El esfuerzo debe ser hecho de modo que no se llegue a un estado de agotamiento o fatiga;
· Evitar los ejercicios prolongados en un ambiente cálido o húmedo;
· Llevar a cabo los ejercicios lentamente, con intervalos de descanso;
· No alcanzar nunca una intensidad de ejecución que pueda elevar la temperatura corporal o que no permita una recuperación completa dentro de un límite de 15 minutos después de haber terminado.
· Realizar un calentamiento prolongado y a una recuperación progresiva.

Más precisamente: la natación, el golf y las caminatas son los deportes más adecuados; la bicicleta fija y el ciclismo deben acompañarse con intervalos de recuperación, y las sesiones de trabajo efectivo no deben superar los veinte minutos en total, y, de todos modos, siempre a ritmo más bajo que el normal; correr está permitido únicamente para las mujeres que lo hacían con regularidad con precedencia pero, aun así, siempre de forma muy suave. 
Recordemos que las mujeres embarazadas pueden obtener beneficios a nivel físico y respiratorio con la práctica del yoga.

Alimentación y embarazo: para un embarazo saludable. Lee aquí.