Colesterol es una palabra que desde menos de cincuenta años ha entrado a formar parte de nuestro vocabulario cotidiano. Lamentablemente no se habla solamente en los consultorios médicos o en las revistas científicas, sino también en los salones o en los bancos de las plazas, y no siempre con la debida precisión.
Con la sencilla intensión de aclarar un poco el panorama, y sin querer sustituir al especialista o al médico de base, veamos algunas preguntas y respuestas sobre este argumento, que pueden resumirse en un concepto que nos es muy querido: la actividad física es también preciosa para combatir el exceso de colesterol en la sangre. Y tenemos las pruebas…
¿Qué es científicamente el colesterol?
El colesterol, desde el punto de vista químico, es un lípido: es decir forma parte del grupo de sustancias grasas (grasas estructurales) que comprende los triglicéridos, los fosfolípidos, los esteroles. Se trata de un importante constituyente de las células del organismo presente en la sangre. Sin colesterol no se puede vivir…
Aquello que es necesario combatir es el exceso de colesterol – malo -, es decir aquel que en términos médicos se llama – hipercolesterolemia -.
¿Qué órgano lo produce?
La mayor parte del colesterol presente en la sangre humana es producida por el hígado elaborando otras sustancias grasas.
¿Qué enfermedades están relacionadas con el exceso de colesterol en la sangre?
El exceso de colesterol en la sangre puede ser influenciado por tres factores principales: alimentación, herencia, enfermedades metabólicas como – por ejemplo – la diabetes mellito. Su presencia en exceso puede causar graves patologías ligadas a la aterosclerosis (cardiopatias, ictus).
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¿Existe un colesterol bueno? ¿Existe un colesterol malo?
Esta claro que el organismo no puede prescindir de este constituyente, es mejor precisar que para alcanzar todos los tejidos a los cuales debe ser distribuido, el colesterol, se liga a diferentes proteínas de variada densidad. Aquel ligado a las High Density Lipoproteins (HDL) es popularmente llamado – bueno -, aquel ligado a las Low Density Lipoproteins (LDL) – malo -. Su negatividad consiste en la tendencia a depositarse sobre las paredes internas de las arterias, sólo en parte compensada, por la capacidad de aquel – bueno – de limpiar los depósitos.
¿Por qué es importante distinguir entre colesterol – bueno – y – malo -?
Por qué cada tipo de intervención (terapia farmacológica, dieta alimenticia, modificación de los estilos de vida etc.) contra la hipercolesterolemia debe tener en cuenta, más que los valores absolutos, la relación existente entre los dos tipos de colesterol.
¿La actividad física puede ayudar a elevar los niveles de colesterol – bueno – respecto a aquel – malo -?
Si. Una sana y constante actividad física, en particular efectuada con el auxilio de accesorios profesionales utilizados debidamente, puede contribuir al aumento del nivel total de colesterol sin incrementar sensiblemente el nivel de aquel malo. En otras palabras, aunque en medida notablemente independiente de la dieta alimentaria, el ejercicio físico es de gran beneficio contra la hipercolesterolemia.
El humo: un gran enemigo contra las cuerdas. ¿Se puede dejar gracias a la actividad física?
Algunas sustancias químicas contenidas en el humo de tabaco provocan la disminución de los niveles de colesterol – bueno -. Es por lo tanto de evitar absolutamente en presencia de hipercolesterolemia y si se pretende prevenirla concretamente. Recientes estudios han demostrado que el habito de la actividad física puede ayudar a perder el vicio del humo en cuanto incide negativamente sobre las prestaciones y debilita la resistencia física.
¿Existe una relación óptima entre colesterol total y colesterol – bueno – tal de hacer fácil un diagnóstico de hipercolesterolemia basándose sobre los resultados de unos simples exámenes de sangre?
Si. Esta relación debe ser menor de 5 en el hombre e inferior a 4,5 en la mujer (por ejemplo si en un hombre el colesterol es 250 mg/dl y el HDL es 60 mg/dl no debemos preocuparnos demasiado sino limitarnos a mantener la situación bajo control).