Actividades y hábitos relativos al ‘fitness’ total, una alimentación sana, un descanso adecuado y un manejo del estrés por medio de comportamientos seguros, evitando el humo, el alcohol, los estupefacientes y los medicamentos no esenciales, influyen en modo positivo en la disminución del riesgo de enfermedades serias. Gracias a la información y a las grandes campañas de prevención, en la vida actual se habla siempre más sobre gimnasios, la buena forma física, el entrenamiento y la nutrición, tratando de prestar atención a la calidad de la vida, practicando más deporte y comiendo de forma más sana.
El mercado del Fitness de hace años involucraba solo el 40% de la población, ya que el restante 60% se subdividía entre personas sedentarias por pereza y personas afectadas por patologías que les impedían la práctica de las clásicas actividades del gimnasio.
En los últimos años hemos asistido a una apertura "mental" de los gimnasios que han introducido un abanico de novedades y una nueva filosofía en su aproximación al fitness: basta con nombrar las actividades de ‘Body building’ y los cursos "para quemar grasas": se vuelve de gran difusión y consumo escuchar hablar de nuevas disciplinas que pertenecen a una clase específica: las denominadas "Discipline BODY – MIND"(B-M)
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La traducción literal del término significa entrenamiento "cuerpo – mente" y la comisión IDEA (asociación americana de la salud y del fitness) define este tipo de trabajo como "ejercicio físico practicado con un foco profundamente interior", es decir, realizar todos los movimientos poniendo en conexión al cuerpo a través de movimientos mecánicos, con la mente que debe acompañar cada uno de los gestos con una correcta respiración y toma de conciencia del propio cuerpo.
Los cinco pilares sobre los que se basan los fundamentos y los principios de estas disciplinas son:
- 1) orientación hacia la mente, componente introspectivo dirigido hacia un proceso en progreso y no hacia un objetivo para alcanzar;
- 2) conciencia proprioceptiva, entendida como la fusión entre el movimiento muscular mecánico y el foco mental de visualización dirigido hacia el músculo y hacia la sensación dada por el movimiento;
- 3) focalización en la respiración;
- 4) entrenamiento anatómico;
- 5) Foco en el centro energético, los ejercicios se practican con la estimulación de componentes internos a través de la utilización apropiada de aromas, música, colores y luces.
El fitness Body Mind se focaliza sobre el momento actual y presente, a diferencia de las lecciones tradicionales de fitness de grupo y del deporte en general en los cuales, la ejecución se dirige, en cambio, a enfatizar latidos cardíacos, porcentajes de grasas quemadas, ‘body sculpting’ etc.
Los programas de entrenamiento previstos en el Body Mind son, entonces, muy importantes tanto para los propietarios de los centros de fitness, ya que se puede aumentar el porcentaje de inclusión de un segmento de mercado de población todavía inactiva; como para el cliente mismo, que, al practicarlos, encontará el valor agregado de poder tratar y/o prevenir las enfermedades crónico-degenerativas con una intensidad de trabajo muy reducida en comparación con las rutinas tradicionales de ejercicio aeróbico.
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A la clase de las disciplinas Body Mind pertenecen toda una serie de cursos como el Pilates, el Yoga, el Stretching, que se deberían conocer y practicar para poder entender completamente el esfuerzo y la gran concentración que demandan las diferentes posiciones y secuencias para ser ejecutadas.
Después de este atento análisis es natural preguntarse… ¿pero, se obtienen resultados?
La respuesta es: ¡sí! Con la práctica de las disciplinas B-M se obtienen múltiples beneficios mentales, físicos y por último (pero no menos importante), metabólicos.
Los beneficios mentales conducen a un mayor relajamiento y reducción del estrés, mayor autoconciencia y autoestima, aumento de la concentración y mejora de la imagen corporal; los beneficios físicos, permiten un aumento de la fuerza, de la tonicidad, de la flexibilidad muscular y mobilidad articular; una mejora de la capacidad de equilibrio, de la coordinación, de la agilidad y de la postura; reducción de tensiones musculares estresantes causadas por posturas corporales incorrectas o anómalas; y, por último, los beneficios metabólicos producen un aumento del estado de ánimo gracias a la producción de endorfinas, encefalinas y de la cerotonina, opioides naturales que son estimulados por el ejercicio físico, gracias a los cuales se reduce el umbral de dolor percibido (soportando mejor el esfuerzo) y se obtiene una euforia leve.
Por lo tanto hacer deporte nos hace estar felices y en forma… y entonces preguntémonos… ¿por qué no practicarlo?
Marianna Vasaturo
Fitness Manager