1. ¿Qué consejos dar a las personas que sufran de cardiopatías e hipertensión?
Estas personas, sobre todo si se trata de ancianos, son especialmente susceptibles a los efectos negativos del calor y pueden evidenciar episodios de disminución de la presión arterial, especialmente al cambiar de postura, de estar recostado a estar en pie.
Se recomienda, por lo tanto, evitar un pasaje brusco de una postura horizontal a una vertical, lo cual podría hasta causar pérdida del conocimiento; si es necesario levantarse de la cama, sobre todo durante las horas nocturnas, es preciso no hacerlo en modo brusco, sino tratar de hacerlo a través de fases intermedias (por ejemplo: sentado al borde de la cama por algunos minutos) hasta llegar a estar parado.
Durante el verano es recomendable efectuar un control de la presión arterial más a menudo y consultar la opinión del médico para realizar eventuales ajustes en la terapia (por dosis y tipo de fármacos).
2. ¿Qué riesgos corren las personas con diabetes?
Estas personas, aun bajo tratamiento, corren más riesgos de una descompensación en caso de deshidratación. Se recomienda pues, en caso de mucho calor, aumentar los controles de glucemia en los pacientes diabéticos, especialmente entre los ancianos que acumulan más factores de riesgo. Es necesario llevar a cabo una re-hidratación, recordando que es preciso evitar bebidas azucaradas y zumos de frutas.
Las personas diabéticas con neuropatía periférica son incapaces de producir una sudoración eficaz dada la interrupción de la señal nerviosa a las glándulas sudoríparas y son por ello particularmente sensibles a los efectos del calor.
3. ¿Cuáles son las recomendaciones para personas en diálisis?
Los riesgos más fuertes en el período de altas temperaturas tienen que ver con los pacientes en diálisis a domicilio, ya sea en hemodiálisis o en diálisis peritoneal. Durante este período estos pacientes deben prestar cuidadosamente atención al peso y a la presión arterial; en caso de una marcada disminución del peso o de la presión arterial, deben consultar al médico.
4. ¿Cuáles son los riesgos para las personas que toman medicamentos habitualmente?
Algunos fármacos pueden interactuar en modo negativo con el calor, potenciando en algunos casos los efectos negativos. Las terapias farmacológicas no deben ser suspendidas en ningún caso automáticamente, sin embargo, es preciso consultar al médico para una eventual adecuación de la terapia. Asimismo, durante el verano es bueno prestar atención a la correcta conservación de los medicamentos, manteniéndolos lejos de las fuentes de calor y, dadas condiciones de calor extremo, conservando en el refrigerador los medicamentos que necesiten una temperatura de conservación que no supere los 25-30 grados.
5. Riesgos para personas en condiciones de precariedad socio-económica.
La pobreza y la soledad aumentan la condición de fragilidad porque reducen la conciencia de los riesgos y limitan el acceso a las acciones de emergencia. Además, quien es más pobre o está más aislado tiene menos posibilidades de cambiar temporáneamente su domicilio a una zona más favorable y menos posibilidades de acondicionar el aire de la propia casa.
6. ¿Qué riesgos corren los niños durante las olas de calor?
Los bebes en período de lactancia y los niños están expuestos con mayor intensidad al riesgo de un aumento excesivo de la temperatura corporal y a una mayor deshidratación, con posibles consecuencias perjudiciales para el sistema circulatorio, respiratorio y nervioso.
Al sudar mucho y sin reintegrar el agua perdida, se verifica una disminución del volumen de la sangre circulante, que puede determinar una rápida baja de la presión arterial.
Además, con el sudor se pierden algunas sales (por ejemplo, el potasio de sodio) fundamentales para el buen funcionamiento del organismo.
7. ¿Cómo proteger a los niños durante las olas de calor?
Para los niños pequeños:
– Evitar la exposición directa al sol
– Al aire libre, aplicar siempre productos solares de alta protección sobre las partes descubiertas del cuerpo.
– Vestir a los niños con ropa liviana, dejando al descubierto grandes superficies cutáneas.
Para los niños más grandes:
– Limitar las actividades físicas en las horas de más calor.
– Evitar áreas verdes y parques públicos durante las horas de más calor (12-18 h) en ciudades donde se registran altos valores de ozono.
En caso de emergencia por altas temperaturas:
– Vigilar a los niños pequeños y hacer de modo que consuman suficiente cantidad de líquidos.
– Evitar áreas verdes y parques públicos durante las horas de más calor (12-18 h) en ciudades donde se registran altos valores de ozono.