La epicondilitis tratamiento con magnetoterapia

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La magnetoterapia como tratamiento para combatir la epicondilitis, no es habitual, sin embargo resulta recomendable ya que puede resultar de gran ayuda en la terapia general.

La epicondilitis, llamada también “codo del tenista”, es una inflamación de los tendones de los músculos epicondileos, es decir, aquellos que se insertan en el epicóndilo lateral del húmero y que permiten la extensión del pulso y de los dedos de la mano.

La magnetoterapia es una terapia que utiliza aparatos generadores de campos magnéticos a baja intensidad y a frecuencia variable. La historia de la magnetoterapia es muy antigua, remontándose a los egipcios, los griegos y los hebreos. A nivel fisiológico, la magnetoterapia, actúa a sobre las células repolarizándolas y reequilibrando la permeabidad de la membrana celular, es decir, mejoran las funciones de la célula a raíz de un mejor uso del oxígeno.

La epicondilitis es una enfermedad causada por sobrecarga funcional de las estructuras músculo-tendinosas. Los micro traumas reiterados, provocan un proceso inflamatorio que causa obviamente dolor.
Su nombre hace referencia a los tenistas ya que casi el 50 % de los mismos padece esta lesión durante su carrera deportiva. Es también  bastante común en otras profesiones, donde el esfuerzo realizado con la extremidad superior es intenso.

La epicondilitis se manifiesta con dolor, aún en condiciones de reposo; al realizar la extensión dorsal, el dolor aumenta, especialmente al obstaculizar el movimiento. El dolor se experimenta incluso al tacto del epicóndilo, sobre el tendón inflamado. Es por esto que la magenetoterapia suele dar buenos resultados en muchos casos, para combatir los dolores.

El tratamiento fisioterapéutico requiere, en primer lugar, reposo ya que la rehabilitación es imposible si se continúa manteniendo el nivel de esfuerzo que ha dado origen a la lesión del codo.
Es probable que el médico recete calmantes y antiinflamatorios. Se limitará la movilidad con un vendaje que contenga la pronosupinación del antebrazo (movimiento de rotación del antebrazo en torno a su eje longitudinal) y la flexoextensión de la mano.

Tras la intervención inicial para aliviar el dolor, con compresas térmicas frías, con magnetoterapia o con un masaje local con un cubo de hielo, el tratamiento fisioterapéutico podrá incluir, además algunas de las siguientes técnicas:

  • Magnetoterapia a baja frecuencia; relajará el músculo, mejorando la microcirculación, acelerando el trofismo y aliviando el dolor. La magnetoterapia produce una suma de efectos que actuando conjuntos, aceleran el proceso de rehabilitación.
  • Ultrasonidos. Fonoforesis.
  • Tens analgésico.
  • Crioterapia.
  • Estiramientos.
  • Masaje.
  • Radarterapia.