La depresión engorda

 

Las personas depresivas tienden a acumular más grasas respecto a los no depresivos.

Quien sufre de depresión posee una mayor tendencia a engordar y la acumulación de grasa intra- abdominal es más consistente respecto a las personas que poseen un cierto sentido del humor y un modo de ver la vida más optimista.

Lo dice una investigación conducida por el Rush University Medical Center de Chicago, que confirma ulteriormente las evidencias en este sentido ya advertidas por precedentes estudios.

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La experimentación ha sido aplicada a una grupo de 409 mujeres, de mediana edad, pertenecientes a la raza caucásica y a aquella afro-americana. Las mujeres que entraban en un estado depresivo mostraban una acumulación de grasa abdominal medianamente más alto, revelado mediante la medición de la circunferencia de la cintura y a través de un TAC (Tomografía Axial Computarizada) con el cual ha sido evaluado el volumen de grasa visceral. Ninguna diferencia ha sido notada en cambio en relación a la diferencia de raza. El hecho de que la acumulación de grasa comprenda en particular el abdomen y específicamente la grasa visceral, es una prueba de que el problema sea de naturaleza biológica y no simplemente alimenticio, lo que lleva al aumento de los tejidos adiposos en otras partes del cuerpo.

Las explicaciones a este fenómeno están aún en fase de elaboración, pero de inmediato se puede visualizar una relación estrecha entre depresión y estilo de vida, que puede generar la acumulación de grasas. Los depresivos tienden, de hecho, a una vida más sedentaria, a alimentarse en un modo más caprichoso y menos racional, a ingerir más frecuentemente alcohol y a fumar de más.