Comprar una cinta de correr significa hacerse o hacer un regalo útil. Antes de detallar las características técnicas de las cintas de correr (dimensiones, motor, amortiguación, inclinación electrónica y manual, medición de frecuencia cardíaca -hand pulse- y faja pectoral, programas de entrenamiento), veamos para que sirve una cinta de correr y a quien corresponde su utilización.
Todos nosotros debemos ante todo evitar el sedentarismo que en lo inmediato puede causar aumento de peso, entorpecimiento muscular, cervical, dolor de espalda, sensación de pesadez e hinchazón de piernas y que, con el tiempo, se transforma en uno de los principales factores para aumentar el riesgo de sobrepeso, dislipidemia (alteraciones del metabolismo de las grasas como hipercolesterolemia y hipertrigliceridemia), enfermedades cardiovasculares y cardiopatias.
Un estilo de vida más sano que implique también la sana alimentación y la eliminación de vicios como el humo del cigarrillo y el alcohol son el marco de un cuadro óptimo, cuyos beneficios si bien son conocidos por todos, a menudo nos negamos a perseguir.
Junto a la bicicleta estática, elípticas, steppers y los aparatos de abdominales, instrumentos de fácil ubicación en nuestra casa, la cinta de correr adquieren un rol importante. La cintadecorrermanía, si es que así se la puede llamar, llega de los Estados Unidos, aún hoy, es el país en donde se encuentra el mayor número de gimnasios y centros fitness mejor equipados, con interminables filas de cintas de correr apiladas para dar la posibilidad a todos los usuarios de hacer una prueba de carrera indoor.
Sencillas de armar tras la compra, fáciles de cerrar y mover, alimentadas de corriente eléctrica, las cintas de correr permiten el inicio del entrenamiento aeróbico de manera suave, a velocidad reducida (walking) para pocos minutos, hasta llegar a reproducir la carrera a baja velocidad (jogging) o carrera a alta velocidad (running), intensificando progresivamente el programa también gracias a la plataforma inclinable si se cuenta con ella. Es obvio que puede siempre limitarse a las velocidades mínimas (3 km/h o poco menos) para moverse sin esfuerzos extenuantes.
La cinta de correr entra en la denominada actividad de cardiofitness, disciplina científica que apunta a la justa operatividad y al vigor del corazón, el músculo que nos mantiene con vida. Por este motivo las cintas de correr están a menudo dotadas de un medidor de frecuencia cardíaca o faja pectoral, elementos de los cuales hablaremos más adelante y que desempeñan un rol básico para un entrenamiento eficaz. Iniciemos sin embargo por tener presente un principio empírico, pero a tener en cuenta y perfectamente comprobable: se dice que la cantidad justa de esfuerzo a realizar sea aquella que permite hablar con quien tenemos al lado sin quedarnos sin aliento.
Como para cualquier actividad física, es esencial ya sea la constancia que la recuperación (entrenamiento y reposo); la cinta de correr se emplea tres veces a la semana durante 20-30 minutos. Al cabo de cada sesión de ejercicios es bueno incluir movimientos elementales de estiramiento. Tras una placentera ducha, se sentirá sin dudas más relajado y mejor dispuesto hacia usted mismo y hacia los demás.
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