¿Se puede combatir el colesterol solamente sometiéndose a una rigurosa dieta alimenticia?
La mayor parte de los estudiosos concuerda: aquello que comemos puede influir sobre nuestra tasa de colesterol apenas en un 15%. Esto no significa por cierto que debamos desinteresarnos ante una alimentación sana, pero que debemos integrarla con una oportuna y articulada actividad física.
¿Dieta y estilo de vida pueden defendernos de la hipercolesterolemia?
Si. Es este el camino correcto: no fumar, practicar movimiento físico, nutrirse en manera equilibrada y aquello que debemos hacer para protegernos de un nivel demasiado elevado de colesterol – malo – en la sangre.
¿De cualquier modo, un poco de dieta no hacer mal?
Ciertamente, por ello va practicada con juicio y sin caer victima de lugares comunes, sin fundamento científico. Por ejemplo, que mantequilla y huevo deban ser alejados de nuestra alimentación por ricos de colesterol. Es verdad, pero no lo son más que otros tantos alimentos. Basta un poco de moderación…Es más, los huevos son ricos de lecitina, una sustancia que impide al colesterol de depositarse en las arterias.
Y recuerde: el pescado que favorece el aumento de colesterol – bueno – no comprende los crustáceos. Son buenos, de acuerdo, pero en caso de hipercolesterolemia no es el caso de hacer grandes comilonas.